Al pasar por la calle
Marcano, Ciudad Cartón, se observó una cola de unas 50 personas, a lo largo de
Comercial Feng, un abasto donde llegó la anhelada harina de maíz desde
tempranas horas de la mañana.
En el lugar se encontraban
agentes de la Policía de Mariño, quienes organizaron a los presentes en dos
colas: una preferencial, para personas de la tercera edad, discapacitados y
mujeres embarazadas, y otra de público en general.
Aún con la presencia policial el panorama fue el mismo que se observó en
los supermercados, personas haciendo la cola varias veces para comprar más de
las cinco unidades permitidas.
En las afueras del lugar,
niños fungían de “vigilantes” resguardando sus bolsas y paquetes llenos de
harina.
Las personas de las colas
cuidaban sus puestos como “linces”, predispuestos ante cualquier movimiento que
pudiera perjudicar la posibilidad de adquirir este producto de la cesta básica
que hace un año copaba anaqueles de supermercados, abastos y bodegas de la
región insular.