La enorme presión de las autoridades venezolanas y
cubanas para evitar más filtraciones sobre el estado en que se encuentra Hugo
Chávez han logrado aislar del mundo exterior la habitación de cuidanos
intensivos del hospital de La Habana donde fue ingresado el paciente.
Desde su operación de hace un mes, llevada a cabo el 11
de diciembre, el Gobierno de Venezuela no ha difundido ningún mensaje -ni en
vídeo ni telefónico- del presidente Chávez. Tampoco ha aportado ninguna
fotografía suya de su convalecencia en el Centro de Investigaciones Médico
Quirúrgicas cubano.
Los partes oficiales ofrecidos sobre la evolución de su
estado han sido escasos y de insuficiente contenido. El ministro de
Comunicación, Ernesto Villegas, anunció el día 3 de enero que Chávez sufría una
“severa infección pulmonar”. El día 7 se limitó a agregar que su situación era
“estacionaria”. Desde hace más de una semana ningún miembro del Gobierno,
tampoco el vicepresidente Nicolás Maduro, ha asegurado haber hablado con
Chávez.